Salvador Muñoz / En Rocío Ojeda Callado, aspirante a la rectoría de la Universidad Veracruzana, hay confianza por un lado y malestar por el otro.
Confianza en el trabajo que viene realizando la Junta de Gobierno con cada uno de los pretendientes a llegar a Lomas del Estadio, donde la transparencia dicho sea de paso, es la característica esencial de este proceso.
Malestar, porque nunca falta el prietito en el arroz, luego de que hubo por allí personajes que se le acercaron a esta académica –con casi 37 años de estar frente a un grupo de alumnos– para decirle, palabras más, palabras menos, cómo es que se atrevía a participar en esta contienda cuando era un asunto entre xalapeños… vamos, estamos hablando de una idea centralista, ya conocida y criticada por esta maestra de la Facultad de Ciencias de la Comunicación desde el 2017, cuando tuvo su primera incursión en la búsqueda de la rectoría.
La observación que en ese tiempo hacía Ojeda Callado sobre este punto, era que desde Xalapa, se veía a las vicerrectorías como sólo adorno; yo les llamo “Vicefloreros”, muy de moda por estos gobiernos de 4T. Las decisiones tomadas desde el centro, “no son congruentes con las necesidades que tienen en las vicerrectorías”, comenta entre un café quien también sabe lo que es ser líder sindical de profesores, secretaria de Prensa del Sindicato (Fesapauv) a nivel regional, consejera maestra en múltiples ocasiones; conozco estos procesos… miembro de la comisión de Reglamentos, de la Comisión de Presupuesto, esto nombrado por el Consejo Universitario… sí, así de sencillo parece que nada más le falta ser Rectora.
A cuatro años de distancia, Ojeda Callado de cierto modo lamenta que algunos puntos de su propuesta en 2017, sigan vigentes, porque de cierto modo, algo no cambió en la UV, aunque de cierto modo, igual reconoce que la actual administración retomó uno de sus bastiones de lucha: el jubilado y su atención.
Para Ojeda Callado, la pandemia agarró no sólo a la Máxima Casa de Estudios, sino a alumnos y maestros, totalmente desprevenidos y se enfrentó problemas como la carencia de equipo de cómputo, de internet en alumnos y en maestros, sí, hasta el manejo de la tecnología pero poco a poco se fue resolviendo esta serie de problemas al grado de hablar en este momento de Enseñanza Híbrida como Presencial, aunque ella ve otra más: la educación en plataforma, “es decir, hay cierto tipo de programas educativos donde no se llevan prácticas y que es posible que el estudiante de acuerdo a sus tiempos y condiciones, pueda tomarla, porque los cursos están en línea y él decide a qué hora decide cursar”.
Como buena maestra, no pudimos escapar la oportunidad de que le pusiera calificación a la Universidad y su vinculación con la sociedad… ¡qué bueno que no la tuve como profe! Y aunque lamenta en su voz la calificación, lo expresa con sinceridad: ¡un 5! Y lo fundamenta así:
“Hay un programa de vinculación institucional; sin embargo, me parece que no se le ha dado el seguimiento adecuado; cuando nuestros jóvenes ingresan al mercado, tenemos la obligación de ver dónde están; si los conocimientos que adquirió en la Universidad le están sirviendo y cuáles le hacen falta porque en función de esto, modificaremos el Plan de Estudio pero también tenemos la obligación de llevar cursos de actualización para que este egresado esté en condiciones de responder a las necesidades del mercado”, pero ¡no se ha hecho!
Ojeda tiene confianza en la Junta de Gobierno y en el trabajo que realicen para elegir la mejor opción para la Universidad, aunque sigue sin cuadrarle esas resistencias que insisten en llevar el proceso para seleccionar rector, en un asunto de xalapeños…
(Entrevista completa, en este link: http://www.lospoliticosveracruz.com.mx/?p=77968)
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