La verdad, las personas que se subieron en el viaje inaugural de la Línea 1 del Cablebús de la Ciudad de México fueron muy valientes. Y es que con eso de que a la señora Sheinbaum se le caen los sistemas de transporte, pues sí da miedo. Pero la obra del Cablebus no la hicieron las empresas de Carlos Slim; tampoco hubo prisa para que la inaugurara Ebrard. La Línea 1 que va de Cuautepec a Indios Verdes fue realizada por el consorcio Doppelmayr-Gami Ingeniería, y tuvo un costo de 295 millones de pesos.
En su discurso inaugural la jefa de Gobierno de la Ciudad de México dijo: «Es un sueño cumplido para Cuautepec que se merece todo. Hoy estamos inaugurando la primera línea de Cablebús de la Ciudad de México, la más grande de toda América Latina, la más moderna».
Lo que siguió fue un verdadero desatino. Y es que después del colapso de la Línea 12, ¿cómo se atreve Claudia Sheinbaum a decir que ya no hay corrupción? Ella declaró que la Cuarta Transformación «llegó para quedarse porque nunca más volverá el régimen de corrupción». De acuerdo con información del gobierno de la CDMX, «la Línea 1 cuenta con seis estaciones: Indios Verdes, Ticomán, La Pastora, Campos Revolución, Tlalpexco y Cuautepec».
Comentarios