Arturo Reyes Isidoro / De acuerdo al adelanto que dio anoche (23:00 horas) Lorenzo Córdova, titular del Instituto Nacional Electoral (INE), Morena ganaría la mayoría de diputados en la Cámara baja, sería la primera minoría en San Lázaro y con sus aliados el PVEM y el PT lograrían la mayoría absoluta: la mitad más uno.
Los porcentajes mínimo y máximo que podrían alcanzar esos tres partidos, así como el número mínimo y máximo de diputaciones serían: Morena, entre 34.9 y 35.8%, con entre 190 y 203 diputaciones; PVEM, entre 5.5 y 6.0%, con entre 40 y 48 diputaciones, y PT, entre 3.1 y 3.5%, con entre 35 y 41 diputaciones. Si se toma el máximo, juntos obtendrían 292 escaños.
Si se confirman esos porcentajes y esos números cuanto termine el recuento final (Córdova habló de tendencias, de un conteo rápido), la alianza que conforman obtendría la mayoría absoluta, con lo que esos legisladores podrán modificar cualquier ley, sin duda una buena noticia para el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero la risa se le apagaría de inmediato porque no le da para alcanzar la mayoría calificada, 334 votos, con lo cual AMLO ya no va a poder modificar a su antojo, como lo ha venido haciendo, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Para dar una idea la importancia que tiene esto último, por ejemplo, ya no podrá aprobar nuevos consejeros electorales, como lo pretende, y, por lo tanto, no podrá controlar el INE para la elección de 2024, como también quiere.
Así, el voto ayer de los mexicanos habría logrado uno de los propósitos centrales de las elecciones más grandes en la historia de México: establecer un contrapeso al poder presidencial, que cada vez más estaba centralizando López Obrador. O sea, Morena ganó y no.
Con un detalle adicional que no se puede desestimar: el PVEM estaría valorando romper su alianza legislativa con Morena, según declaró ayer al diario Reforma el senador Manuel Velasco, en realidad el dueño de la franquicia de ese partido.
Dijo que estaba a favor de que se valorara la alianza a partir de los resultados de ayer. Se advierte que también le preocupa la actuación de López Obrador, pues se pronuncia por convocar a un pacto para aminorar las tensiones y la polarización política de los últimos meses.
“Yo estoy convencido de que el País no puede seguir en este clima de crispación social y de división que hemos tenido en este tiempo reciente y lo que necesitamos es escuchar todas las voces, hacer un replanteamiento y construir entre todos, hay que entender que la lucha no es entre hermanos, no es entre mexicanos y no debemos de abonar a la división, sino que debemos de construir entre todos un mejor país”.
Por lo que hace a las diputaciones federales de Veracruz, el PREP daría el triunfo a Morena en 18 de los distritos y al PAN 2.
Algo que se puede deducir, con base en lo que informó Lorenzo Córdova, es que desaparecerían los partidos Encuentro Solidario (PES), Redes Sociales Progresistas (RSP) y Fuerza por México (FxM), pues no alcanzarían el 3% de votos necesarios para mantener su registro. Salvo el PES, que podría ganar seis diputaciones, los otros dos no obtienen ninguna.
Se confirmaría, así, a Morena como la primera fuerza política del país (34.9-35-8%), seguido del PAN (18.5-19.3%), como la segunda, el PRI (17.8-18-5%), como la tercera, y Movimiento Ciudadano (7.1-7.5%) se convertiría en la cuarte fuerza política.
Definitivamente quedó para la historia el triunfo que logró Morena y sus candidatos en 2018, cuando obtuvo 30 millones de votos para el ahora presidente. Si la tendencia de este domingo se confirma, habrían sufrido una drástica caída y perdido buena parte del capital político que lograron entonces.
El senador suplente y consejero de Morena, exaspirante a la dirigencia nacional de su partido, envió un mensaje vía Twitter a Mario Delgado: “Los resultados que se perfilan en todo el país son tu fracaso y de todos los dirigentes de #Morena. Eso pasa por hacer a un lado a la militancia y por imposiciones, dedazos y encuestas ‘patito’”.
El panorama estatal
Por lo que hace al panorama estatal, no daré por hecho ningún triunfo, de ningún partido o candidato hasta que la autoridad electoral no los haga oficiales, cuando acaben de contar el último voto. Pero sí entraré en generalidades, en consideraciones personales, a reserva de que los hechos por venir los confirmen o los desmientan (en los primeros minutos de este lunes era todavía menor el número del total de boletas contadas)
Una certeza es la gran participación ciudadana que se dio, lo que constituyó una derrota para el gobierno, al menos en Veracruz, que le apostó a la violencia no solo para disuadir a los opositores a que no participaran sino también al electorado para que no acudiera a votar. La respuesta fue contundente. Ya nada arredra al veracruzano, menos cuando está en juego su futuro y el de su familia, el de sus hijos en especial.
Con base en el conteo que se llevaba en los primeros minutos de hoy, se vio que funcionó el voto útil o que no impactó en forma mayor el fraccionamiento del voto por la participación de 14 partidos. Tal como se tenía previsto, la diputa en verdad estuvo entre las dos grandes coaliciones: Juntos Haremos Historia en Veracruz (Morena-PVEM-PT) y Veracruz Va (PAN-PRI-PRD).
También en el Estado varios partidos minoritarios federales y nuevos locales estarían en riesgo de perder su registro, aunque podrían ganar algunas presidencias municipales.
La mayoría de los ciudadanos de Veracruz votaron por establecer un contrapeso al gobierno de la 4T en los congresos federal y local y por continuar la vida de sus municipios con autoridades de partidos ajenos al gobierno de Morena.
Porque los comicios se dieron en un ambiente de violencia, con una gran cantidad de incidentes y con el acoso de fuerzas de seguridad al servicio del gobierno contra los opositores, se trató de una jornada ejemplar por la gran concurrencia que se dio.
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