En septiembre de 2019 Consulta Mitofsky acariciaba a Cuitláhuac García colocándolo en el lugar número 11 del “Ranking de Gobernadores”; su aprobación era entonces del 40.6 por ciento. En adelante, una vez que se hicieron más evidentes las torpezas del gobernador, sus omisiones, nepotismo, mentiras y falta de honradez, su cuesta fue hacia abajo. Sólo los espaldarazos del presidente López Obrador, quien lo llegó a llamar una “bendición” para Veracruz, lo lograron levantar un poco. Pero la estulticia de Cuitláhuac García lo empinaron.
A eso hay que sumar la cantidad de reportajes y notas periodísticas en las que se ha puesto en evidencia la corrupción y saqueo en la mayoría de las dependencias estatales. El lugar que ahora ocupa el gobernador de Veracruz es el 30. En otras encuestas también se encuentra ahí, en los últimos lugares, tanto en los rubros de confianza, seguridad, apoyo a empresarios, obra pública y otros rubros.
Cuitláhuac García se ha convertido en un verdadero lastre para la Cuarta Transformación, un lastre que le pesará mucho a Morena, quien ya festeja que se va a quedar con la mayoría de las diputaciones y un buen número de alcaldías. Si el presidente López Obrador no arregla esta situación, el barco de la República se le empezará a hundir empezando con Veracruz.
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