Aurelio Contreras Moreno / La pandemia le sigue cayendo “como anillo al dedo” a las embestidas más autoritarias del régimen de la mal llamada “cuarta transformación”.
Con una inusitada prisa, las dos cámaras del Congreso de la Unión aprobaron y ratificaron la iniciativa de Ley Federal del Derecho de Autor propuesta por el coordinador de la bancada de Morena en el Senado de la República, el ex priista, ex perredista y ex petista Ricardo Monreal Ávila, misma que de acuerdo con organismos como Artículo 19 y la Red en Defensa de los Derechos Digitales es inconstitucional y representa un severo riesgo para el ejercicio periodístico en particular, y para la libertad de expresión en lo general.
La ley de marras, que forma parte del Capítulo de Propiedad Intelectual del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) –y para cuya adecuación legislativa nuestro país contaba con un plazo de hasta tres años todavía-, incluye un elemento denominado “notificación y retirada” contemplado en las leyes norteamericanas que para la Red en Defensa de los Derechos Digitales representa “un mecanismo privado de censura” por medio del cual, si alguien alega que una publicación en internet viola sus derechos de autor, los proveedores del servicio tendrán la obligación de removerlo de inmediato de la red.
Sin embargo, esta acción se lleva a cabo sin necesidad de que la parte quejosa aporte prueba alguna sobre la presunta infracción a tales derechos de autor y, lo más grave, sin que tenga que mediar la orden de una autoridad judicial para ejecutar la censura del contenido denunciado, que puede ser cualquier material audiovisual o escrito.
Esta argucia legaloide ha sido usada en diversos países para borrar de internet información de tipo político y de interés público e incluso para censurar investigaciones periodísticas, por lo que representa un arma contra la libertad de expresión y de prensa muy útil para los gobiernos autoritarios.
Un caso conocido de aplicación de la “notificación y retirada” fue un video muy popular en la plataforma de YouTube hacia finales de la primera década de este siglo. Se trataba de la parodia de una canción que formaba parte de la banda sonora de la película “Rudo y cursi” –que a su vez era un horroroso “cover” de un tema original del grupo de rock Cheap Trick-, en la que se hacía alusión al entonces gobernador de Veracruz Fidel Herrera Beltrán con una pegajosa tonada que al son del “yo lo vi, yo lo vi, yo lo vi, yo lo vi robando”, aparecía como el sátrapa que ya se sabía que era. En el gobierno de Enrique Peña Nieto también fue usado para censurar piezas en las que el entonces presidente se exhibía con alguna de sus conocidas pifias discursivas que hacían el deleite de quienes ahora exigen “respetar la investidura”.
Bueno, contenido de ese tipo podrá ser removido de internet ahora bajo el cobijo de una ley mexicana, que lo mismo podrá aplicar para otro tipo de manifestaciones en la red, como “memes” y hasta piezas informativas, ya que no habrá necesidad de probar ante nadie las supuestas violaciones a los derechos de autor.
Para la Red en Defensa de los Derechos Digitales, la “notificación y retirada viola la libertad de expresión y el derecho de acceso a la cultura”. Mientras que Artículo 19 sostiene que este mecanismo es inconstitucional, ya que violenta los artículos 6 y 7 de la Carta Magna, que protegen la libertad de expresión y el derecho a la información, así como “contrario a los estándares internacionales de derechos humanos”.
Pero a pesar de todos los llamados que se hicieron para detener este bodrio legislativo, fue aprobado “fast track” por senadores y ratificado por los diputados federales. Así como le gusta a la “4t”.
Y cómo no habría de gustarle este tipo de censura a este gobierno, si ahora podrá tirar de la red cualquier contenido que no le guste, cualquier crítica, reportaje, parodia o exhibición de sus miserias, sin necesidad de mucho esfuerzo. Solo una denuncia y ¡pum! Se impone la “mordaza” digital que estaban buscando.
Ya si de paso les sirve para llevárselo de “ofrenda” a Trump durante la próxima gira presidencial, ¡pues qué mejor manera de celebrar entre “amigous”!
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