En el 2019 Veracruz reportó una sequía devastadora que afectó de manera atroz la agricultura y la ganadería. El fallecido diputado Juan Carlos Molina, desde la Legislatura, hizo un llamado constante a las autoridades para que atendieran el tema. Para el mes de septiembre el entonces diputado advertía de 15 mil cabezas de ganado muertas, y sobre el apoyo que el gobierno daba comentó: «En el sector ganadero se considera una burla total el apoyo anunciado el día de hoy de parte del gobierno del estado de cien pesos por vaca muerta a consecuencia de la sequía que azota el norte del estado».
Para mitigar el desastre, dentro del presupuesto de egresos 2019 existe el “Fideicomiso Fondo para Desastres Naturales” con una la cantidad de 81 millones 282 mil 653 pesos. En el Decreto de Presupuesto de Egresos del Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave para el ejercicio fiscal 2019 se explica sobre este fondo: «la Entidad Federativa podrá utilizar el remanente que le corresponda para acciones de prevención y mitigación». Qué mejor uso de este fondo que mitigar el tremendo daño que causó la sequía en la ganadería y agricultura.
Todavía ayer en Libertad bajo Palabra se informaba que por la sequía dos mil campesinos habían sido afectados y que se habían dañado 20 mil hectáreas tan sólo en la zona norte. ¿Y se usó ese fondo para mitigar el daño? No. Ni un solo peso de ese fondo se utilizó, nada para los ganaderos, nada para los agricultores, nada para nadie.
Una solicitud al portal de Transparencia de la Secretaría de Finanzas de Veracruz sobre el presupuesto que hasta diciembre de 2019 no se había utilizado, muestra que los 81 millones 282 mil 653 pesos de este fondo seguían íntegros. A pesar de la sequía y de los lamentables daños, ni un peso se usó para mitigar el dolor que causó a miles de familias. ¡Qué poca madre!
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