Arturo Reyes Isidoro / El próximo domingo, dentro de solo cuatro días, Cuitláhuac García Jiménez cumplirá un año de que asumió la gubernatura.
Un millón 667 mil 239 veracruzanos lo convirtieron en el gobernante más votado en la historia del Estado.
Mucho tuvo que ver el llamado efecto López Obrador y la conjunción de fuerzas de otros partidos que trabajaron para que lograra el éxito, todo con tal de que no se alzara con el triunfo el candidato del PAN que daría continuidad en el poder político de Veracruz a la familia Yunes Linares-Márquez.
Los ciudadanos, como había ocurrido dos años antes, votaron porque esperaban un cambio luego de que el gobernador saliente, Miguel Ángel Yunes Linares, había fallado a la expectativa que había despertado, no había cumplido sus ofertas de campaña y había terminado por decepcionar.
Aunque no propio, García Jiménez llegó con un capital político que ningún otro de sus sucesores había logrado, pero casi doce meses después, en muy breve periodo en un largo tramo de seis años, los indicadores muestran que lo ha perdido ya en gran parte y, peor, que va a la baja.
#RankingMITOFSKY, la encuestadora de Roy Campos, una de las que mejores porcentajes le había venido otorgando, dio a conocer ayer los resultados de su última encuesta levantada el 19 de octubre pasado en la que sale con una aprobación ciudadana de apenas 38.2 por ciento.
Según la aprobación que recibieron los gobernadores del país, los colocó en una escala de sobresaliente (de 50 a más de aprobación), alta (de 49 a 40 de aprobación), media (de 39 a 30 de aprobación), baja (de 29 a 20 de aprobación) y muy baja (menor a 20 de aprobación).
De acuerdo a sus mediciones, un mes antes, en septiembre Cuitláhuac había arañado ya la escala de alta con 40.6 por ciento de aprobación, pero en un mes cayó poco más de dos puntos. Va a la baja.
En el primer año de su gobierno, pues, los veracruzanos lo reprueban. Lo pusieron a prueba con su voto y no la pasó. Cuando un estudiante reprueba un año escolar, las asignaturas, tiene la opción de tratar de pasarlo presentando exámenes extraordinarios o a título de suficiencia. Pero, ¡ay!, en este caso cómo.
Por eso el pasado 18 de noviembre dije en “Prosa aprisa” que el Primer Informe lo había sido pero del aprendizaje. Los sinodales veracruzanos sin embargo califican que todavía no han hecho bien la tarea, el gobernador y sus colaboradores, porque la mala nota es para todos.
En todo caso, por los resultados y la aprobación ciudadana, el actual será un sexenio de solo cinco años pues el que viene tendrán que empezar de nuevo, y eso si a partir de 2020 demuestran que ya aprendieron, hacen bien las cosas y la población los palomea.
La calificación revelada por la encuestadora se da a solo doce días de que entregó al Congreso su informe y a trece de que comparezca ante el pleno de diputados por el mismo motivo. Correría el riesgo de otra caída porcentual si no responde satisfactoriamente a los cuestionamientos que les hagan, si es que hay algún diputado o algunos de ellos que decidan hacérselos en aras del verdadero beneficio ciudadano.
Seguridad, economía y corrupción, peor
#RankingMITOFSKY midió cinco aspectos: aprobación, seguridad, economía, situación personal y corrupción. Solo en situación personal un pequeño sector de la población dijo que está mejor contra la que opinó que está peor: 48.1 por ciento contra 44.0 por ciento.
En seguridad 17.9 por ciento dice que está mejor pero 47.2 por ciento expresa que está peor; 34.1 por ciento señaló que está igual. En economía, 26.8 por ciento dice estar mejor pero 33.0 por ciento, que peor y 39.7 por ciento, que igual. Y en corrupción, que es su joya de la corona, 23.7 señala que se está mejor, pero 33.1 afirma que se está peor, y 34.9 por ciento, que igual.
Este último indicador muestra que la población no coincide con la afirmación oficial de que ya se acabó la corrupción, como se festinó en el Primer Informe. La gran mayoría afirma que la situación está igual o peor, es decir, que la corrupción está vivita y coleando.
Creo que los resultados de MITOFSKY reflejan la realidad porque los veracruzanos vivimos, o sentimos, o padecemos, o vemos los problemas del Estado lo mismo en inseguridad y violencia que en la falta de inversión, de creación de empleo y de desempleo, de corrupción (a partir de los atracos de los policías viales o de Tránsito) y de deterioro del bienestar que se tenía.
Pero hay otros elementos que contribuyen al descrédito, a la falta de confianza y a la nota reprobatoria, como los casos de nepotismo denunciados públicamente y documentados, que si no está tipificado como delito, ciertamente, no es ético y es inmoral porque constituye un abuso del poder que los funcionarios hayan dado preferencia a sus familiares para darles un empleo.
Hay incumplimiento también a ofrecimientos de campaña y continúan dándose acciones que hacen al ciudadano descreer de lo que se dice, estar decepcionado y molesto y expresar su rechazo como lo acaba de hacer en la encuesta que comento.
DIF Estatal, Informe suntuoso
Por ejemplo resulta difícil de explicarse la información de que la directora del DIF Estatal, Verónica Aguilera Tapia, organiza su primer informe de actividades como en los mejores tiempos del despilfarro de recursos y de ostentación que caracterizó al PRI.
Usuario que soy de La Quinta de las Rosas me entero que ha dispuesto camiones para llevar porra de adultos mayores a quienes, para que asistan, les han ofrecido que habrá comida, baile y alguna sorpresa.
El informe será ni más ni menos que en el World Trade Center (WTC) de Boca del Río el próximo sábado 30 y para asegurar lleno, porra y aplausos, al personal de la dependencia le han pedido que lleve, al que labora en Xalapa a cuatro personas y al de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río a diez, con nombres y apellidos enlistados en una relación que deben de entregar.
Resulta un tanto inexplicable porque se proclama que en el gobierno estatal hay escasez de recursos y austeridad y porque hasta el propio gobernador optó por hacer su acto de informe en el Teatro del Estado ya que no implicaba costo para el erario o solo un pago simbólico. Un acto en el WTC cuesta mucho dinero comenzando con la renta.
En el bienio pasado sí hubo verdadera austeridad. Los informes de la entonces presidenta del DIF se dieron a conocer pero solo a través de las redes sociales.
Acaso la única explicación ahora es porque se comenta que la señora quiere ser la próxima candidata de Morena a la alcaldía del puerto, por lo que entonces su movilización del día 30 sería un acto de precampaña partidista adelantado, pagado con recursos públicos, algo que la Contralora General del Estado debería de investigar.
Estas acciones son las que echan por tierra la afirmación del gobernador Cuitláhuac García Jiménez de que se acabó la corrupción en su gobierno pues ¿de dónde se sacará tanto dinero para un informe suntuoso? Este es el más claro ejemplo, a la mano, de por qué los veracruzanos reprueban al gobierno cuitlahuista.
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