El 20 de agosto el secretario de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros, presento un libro del que se adjudicó la autoría. En realidad, es un libro colectivo, Veracruz, un protagonista en la conformación del estado mexicano, en el que participan otros autores, pero Cisneros Burgos funge como autor. No han pasado tres meses y las ganancias del libro ya suman más de medio millón de pesos, que según el secretario de Gobierno se donarán a una asociación civil en favor de las lenguas indígenas.
Como siempre, el secretario de Gobierno ha de creer que los veracruzanos somos tontos, ha de pensar que le vamos a creer que ha vendido tantos ejemplares de su libro como para que las ganancias de sus regalías sumen 500 mil pesos. Habría que llamar al SAT para que le hiciera una auditoria a el secretario de Gobierno, porque si esos 500 mil pesos son las ganancias de sus libros, seguramente ya pagó impuestos por ellos; aunque dudamos que el libro siquiera tenga código de barras o ISBN. Los autores que participaron en este libro colectivo también deberían reclamar regalías, pues si Cisneros Burgos, el best seller veracruzano ya llega 500 mil pesos de ganancias para donar, ellos deberían exigir su parte.
La verdad es que todo esto es una intentona del maléfico Bola 8 por triangular recursos, así como lo hizo con el grupo que tocara en las fiestas patrias del 15 de septiembre en Veracruz. 500 mil pesos de ganancias en tres meses no los sacaba ni Sergio Pitol, cuyos libros se venden en Europa, Asia y toda América. Un estúpido desaforado piensa que los demás son estúpidos y que por ello van a creer sus estupideces.
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