Al menos siete personas murieron y seis resultaron heridas luego de que un avión B-17, que fue utilizado durante la Segunda Guerra Mundial, se estrellara este 2 de octubre en el Aeropuerto Internacional de Bradley, en Connecticut, Estados Unidos, cuando intentaba aterrizar, tras reportar problemas al despegar. En el avión viajaban 13 personas, 10 de ellos pasajeros. Otras dos personas en tierra resultaron heridas, entre ellas un empleado del aeropuerto, cuando el avión se deslizó fuera de la pista y se estrelló contra un edificio utilizado para guardar el equipo de descongelación del aeropuerto.
El avión se estrelló poco antes de las 10 de la mañana de este miércoles, estalló en llamas y causó una enorme columna de humo. Bomberos de toda la región llegaron al lugar del accidente, donde también llegaron al menos 24 de vehículos de emergencia, informaron medio locales.
El aeropuerto de Bradley, que fue cerrado, confirmó en su cuenta de Twitter que la aeronave pertenecía a la Fundación Collings de Stow, Massachusetts. El lunes se anunció que dos aviones de combate de la Segunda Guerra Mundial y tres bombarderos estarían en el lugar hasta el jueves. Los históricos aviones iban a estar disponibles para recorridos y vuelos.
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