Las medidas de Donald Trump en contra de los productos mexicanos que se exportan a los Estados Unidos, bien merecían una carta del presidente de México. En esa misiva dirigida al presidente Donald Trump, Andrés Manuel López Obrador invita al presidente norteamericano al diálogo, no a la confrontación. Poniendo como ejemplo a los próceres americanos, el presidente de México señala que entre las dos naciones siempre ha prevalecido el respeto. Sobre la solicitud de frenar de tajo el flujo migratorio, López Obrador dice que desde un principio nuestro país ha invitado al gobierno americano a cooperar para impulsar el desarrollo de los países centroamericanos con inversiones productivas que fomenten el empleo.
López Obrador asegura que en México se está combatiendo la corrupción, todo para que en el país la migración sea un asunto opcional, no obligatorio. Sobre los impuestos que Trump piensa cobrar a los productos mexicanos, el presidente de México le dice: «Presidente Trump: los problemas sociales no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas. ¿Cómo convertir de la noche a la mañana al país de la fraternidad para con los migrantes del mundo en un gueto, en un espacio cerrado, donde se estigmatiza, se maltrata, se persigue, se expulsa y se le cancela el derecho a la justicia a quienes buscan con esfuerzo y trabajo vivir libres de la miseria? La Estatua de la Libertad no es un símbolo vacío».
El presidente de México le deja muy claro al presidente americano que a él no le falta valor, «no soy cobarde ni timorato, sino que actúo por principios». Al final AMLO propone a Trump que se instruya a sus funcionarios para llegar a un acuerdo que beneficie a las dos naciones.
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