Cien días tirados a la basura, cien días donde no se asoma absolutamente nada de inteligencia, eso sí, sobra soberbia y falta humildad para reconocer que se le ha fallado al pueblo de Veracruz. Este domingo que viene se cumplen cien días de gobierno morenista, cien días de gobierno de Cuitláhuac García Jiménez y aún no hay un Plan de Desarrollo del Estado de Veracruz.
Pero el hijo del maestro Atanasio no es el único culpable de que en Veracruz exista un vacío de liderazgo y gobierno, también deben de entregar cuentas los flamantes secretarios de despacho, principalmente el sujeto apodado Bola Ocho, un obeso funcionario que siempre anda con jeta, sobre todo, después de la arrastrada política que le pegó Jorge Winckler y después de que los veracruzanos, especialmente los aguerridos habitantes de Chinameca, lo pusieron en el sitio que se merece.
Además, si usted busca avances en las secretarías, no los encontrará, pero eso sí, los subalternos de García Jiménez han destacado por su falta de resultados y por su rampante nepotismo. Se sabe que en el centro del país andan molestos por la falta de resultados positivos, la ola de inseguridad que diariamente aparece en los medios de comunicación deja muy mal parado al gobernador veracruzano, esta ola de violencia los ha exhibido como malos gobernantes y administradores. Cien días tirados a la basura. Ya veremos qué pasa, más adelante.
Comentarios