Sergio González Levet / Un fantasma recorre Veracruz: el fantasma del movimiento naranja. Todas las fuerzas de la Cuarta Transformación se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma… De este hecho resulta una doble enseñanza: que el movimiento naranja está ya reconocido como una fuerza por todas las potencias de la 4T; que ya es hora de que los naranjas expongan a la faz del mundo entero sus conceptos, sus fines y sus tendencias…
En este momento embrionario de las candidaturas de los partidos hacia las elecciones de 2027 (que en el estado significan los abanderamientos para 30 diputaciones locales y 19 federales, así como los lugares preferenciales para las plurinominales -si es que habrá para esas fechas-), los líderes estatales de los partidos empiezan a ser buscados, solicitados, arrinconados, fajados, con el fin de que volteen la vista hacia los aspirantes de toda laya que sienten en su corazoncito que tienen los merecimientos necesarios para entrar definitivamente en la lista de los palomeados.
Todos son buscados, pero sin duda el que más es el Coordinador de la comisión operativa estatal de Movimiento Ciudadano, el licenciado Luis Carbonell de la Hoz, que borró prácticamente a los dirigentes de los otros partidos y resultó el gran triunfador en la contienda municipal de junio de este año, en la que logró posicionar al partido de Dante Delgado como la segunda fuerza municipal, pues subió exponencialmente los votos ciudadanos que MC había obtenido en 2024: 245,067 contra 583,569 sufragios, ni más ni menos que un 60 por ciento más.
El dato cobra mayor significación si atendemos a que Morena y su aliado el Partido Verde perdieron más de un millón de votos entre la elección del año pasado y la de junio del actual. Y se proyecta hacia el futuro el dato de que en cientos de municipios que estarán mal gobernados por los candidatos de la coalición oficial, MC tiene regidores y votos a su favor en una proporción que los hace ser una fuerza significativa.
Por eso Luis Carbonell está de moda. Y tal vez como un rockstar tendrá que manejarse durante 2026 con mucha discreción en los lugares públicos, pues no faltarán los hinchas que lo busquen para presentarle un currículum, para hacerle un minimitin, para implorarle si es necesario que escuche la voz de los solicitantes, que sin excepción consideran que tienen las cartas necesarias para ser el abanderado que el partido necesita en el lugar preciso.
No obstante, el joven dirigente, discípulo preclaro del líder moral de MC, no ha dejado de moverse por toda la geografía estatal, de ejercer su liderazgo, porque él y su maestro saben que en política el tiempo perdido hasta los santos lo lloran y que las candidaturas no son, van siendo en la medida que se ajustan las condiciones y los tiempos electorales.
Luis va por repetir en 2027 el carbonelazo que dio en 2025 y por conseguir que el movimiento naranja siga creciendo con la buena nueva de que Morena no es invencible, como lo empezó a demostrar en las municipales.
No lo pierda usted de vista…
