Mientras las entradas más accesibles en zonas altas superan los 62 mil 250 pesos (categoría 3), los paquetes hospitality como Pitchside Lounge superan el millón y medio de pesos, exclusivos para VIP con servicios premium. Estos montos contrastan drásticamente con los oficiales de la FIFA, que inician en 150 dólares (alrededor de 2 mil 700 pesos) para categoría 4 en la fase de grupos. La reventa, impulsada por especuladores, ha multiplicado los costos hasta 500 veces, dejando fuera a la afición media y cuestionando la equidad del acceso.
El Estadio Azteca, sede por tercera vez de un Mundial tras 1970 y 1986, espera albergar hasta 87 mil espectadores en su versión modernizada, pero la opacidad en la distribución inicial y el frenesí post-sorteo han disparado alertas. Analistas advierten que, sin intervención de la FIFA, estos precios “de locos” podrían dejar afuera a los verdaderos hinchas, priorizando el lucro sobre la pasión futbolera en un torneo que México coorganiza con EE.UU. y Canadá.

