Todo apunta a que este lunes dejará la titularidad de la Fiscalía General del Estado de Veracruz la señora Verónica Hernández Giadáns, quien durante más de seis meses ocupó de manera espuria el cargo. Hernández Giadáns fue la “edecán” de Eric Patrocinio Cisneros Burgos, uno de los funcionarios más oscuros de la Cuarta Transformación en Veracruz; y no lo decimos por su negritud. La fiscal espuria se negaba a dejar el cargo, pues ella aseguraba que la habían nombrado por 9 años. Sin embargo, la señora ya estorbaba. El aroma de su presencia es como el que cunde en el edificio de los servicios periciales; a puro cadáver.
Ella pudo haber negociado su salida, pudo haber alcanzado un pacto de impunidad muy a la manera de la 4T. Sin embargo, otros personajes incómodos y corruptos como Marcela Aguilera Landeta o el llamado “Pámpano”, Manuel Fernández Olivares, a quien ligan con grupos del crimen organizado, seguro esos tendrán que pagar los platos rotos. Todo indica que Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, quien quiso ser presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz vía elección judicial, será la que presida la fiscalía.
Otros que aspiraban, como Diego Castañeda, se descartaron. Todos los que han tenido que resolver asuntos judiciales en la Fiscalía, saben que esta dependencia requiere de más eficiencia, más transparencia, más humanidad. Esperemos que quienes lleguen lo hagan para trabajar para los veracruzanos y no sólo para la gobernadora Rocío Nahle.
