Gobernador de Michoacán dice que las protestas sobre el asesinato de Carlos Manzo “son un grito legítimo de dolor”. La ciudadanía exige su renuncia

El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, calificó las protestas desatadas por el asesinato del alcalde independiente de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, como «un grito legítimo de dolor, pero también un punto de partida» para transformar la indignación en acción colectiva y recuperar la paz en el estado. A pesar de que el actual gobernador ha demostrado empatía ante lo sucedido la ciudadanía espera que renuncie. Los ciudadanos exigen que Alfredo Ramírez Bedolla sea destituido de su cargo. Cabe recordar que Carlos Manzo, de 40 años y primer edil independiente de Uruapan, fue baleado el 1 de noviembre de 2025 durante el Festival de las Velas por Día de Muertos, pese a contar con escoltas de la Guardia Nacional.

El autor material, un menor ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue abatido; dos cómplices fueron detenidos. El crimen desató marchas masivas en Uruapan, Morelia y Apatzingán, con exigencias de justicia, renuncia de Bedolla y fin a la violencia del narco. En la presentación del Plan Michoacán por la Paz y la Justicia el 9 de noviembre en Palacio Nacional, junto a la presidenta Claudia Sheinbaum, Bedolla anunció una inversión estatal de 2,700 mdp en seguridad, juventud e infraestructura.

Recordó el asesinato de su padre hace 40 años en Uruapan y enfatizó: «El asesinato de Carlos me llevó a mi pasado, un pasado que muchos compartimos». Agradeció el apoyo federal y llamó a honrar a las víctimas con unidad, rechazando estrategias pasadas «atroces y sangrientas».