Guillermo Zúñiga fue un fuera de serie. Con la Universidad Popular Autónoma de Veracruz el maestro creó un método de enseñanza que tuvo mucho éxito, que se replicó en otros estados, pero que fracasó; no tenían la visión de Zuñiga Martínez. La UPAV era una institución autosuficiente, que no dependía de los recursos que le entregaba el estado; de hecho el estado siempre le quedó a deber dinero a la UPAV. La base de UPAV era un patronato en donde se depositaban todas las cuotas que aportaban los alumnos que cursaban preparatoria o estudios universitarios.
En su mejor momento la UPAV llegó a tener una matrícula de 75 mil alumnos que aportaban su cuota de inscripción y pagos cuatrimestrales. Era una aportación suficiente que daba para pagar al personal administrativo y al personal docente, los llamados asesores solidarios. En la actualidad el patronato fue sustituido por la “Fundación para la Educación Salud y Recuperación del Medio Ambiente EDAL”. Esta fundación fue instalada por la secretaria de Educación, Claudia Tello y por quien fuera su segundo de abordo, Elías Calixto Armas. Desde que inició el gobierno de Rocío Nahle, el dinero de las cuotas de los alumnos ha sido depositado directamente a la fundación, manejada por la gente de Claudia Tello. ¿Qué se ha hecho con las aportaciones de los alumnos? Las cuotas son suficientes para pagar a los administrativos y a los asesores solidarios, sin embargo, los encargados de administrar esos recursos le han estado metiendo mano a los recursos aportados y se han quedado sin dinero. Ahora los maestros exigen su pago, sin embargo, el pago no les ha llegado, en algunos casos, desde hace seis meses.
El director administrativo de la UPAV, Víctor de Jesús Magaña, se reunió con los directores solidarios de la UPAV, quienes le exhortaron para que gestionara ante la “Fundación para la Educación Salud y Recuperación del Medio Ambiente EDAL” los pagos correspondientes. En caso de que esos pagos no se hagan, los maestros tomarán medidas de protesta a partir del 14 de noviembre. Presionados los responsables del desfalco por el acuerdo al que llegó Víctor de Jesús Magaña con los asesores solidarios, ahora lo acusan de un desfalco de un millón 800 mil pesos, lo cual es falso y puede ser comprobado. Además, en algunos medios han soltado la noticia de que está despedido y de que la Fiscalía ya lo investiga; completamente falso. Víctor de Jesús Magaña está como apagafuegos y los que ahora le hacen la guerra sucia, lo quieren tumbar. Una pregunta: si lo llegan a tumbar, ¿eso evitará que la “Fundación” pague a los asesores solidarios el dinero que les debe? Ya es hora de que Ricardo Ahued o Rocío Nahle le pregunten a Claudia Tello qué hizo con el dinero de la “Fundación”.
