En Japón, se convirtió en ídolo pop, inspirando mangas de estética andrógina; los “Caballeros del Zodiaco” están inspirados en esa estética. Björn fue tratado como un trofeo exótico en fiestas de élites, expuesto a adultos que lo frecuentaban en clubes nocturnos sin protección alguna. Su imagen se usó sin consentimiento en campañas y libros, como El Chico. El efebo en las artes de Germaine Greer, lo que lo llevó a demandas fallidas por derechos de imagen. Olvidado en Occidente, su adultez fue un descenso a la depresión, alcoholismo crónico y aislamiento. Casado con la poeta Susanna Roman, perdió a su hijo Elvin por síndrome de muerte súbita a los 9 meses —estaba ebrio junto a él cuando ocurrió—, y su hija sobreviviente creció en medio de su caos.
Después de Muerte en Venecia sólo tuvo roles esporádicos como en Midsommar (2019) de Ari Aster, o el documental The Most Beautiful Boy in the World (2021), que ganó en el Festival de Sundance. En ese documental confesó sobre Muerte en Venecia: “Esa película arruinó mi vida”. Andrésen, quien fuera el chico más hermoso del mundo, según Visconti, falleció el sábado 25 de octubre de 2025 a los 70 años, dejando un legado agridulce: la icónica belleza de Tadzio, que enmascaró décadas de olvido y sufrimiento autoinfligido. Su historia advierte sobre los costos invisibles de la fama precoz en una industria indiferente.

