De hecho, hay cercos que ha colocado el Ejército para no dejar pasar vehículos de la sociedad civil que se ha organizado y lleva víveres y enseres de limpieza a sus amigos y familiares de los diferentes municipios que padecieron la terrible riada de hace unos días. «Todo apoyo debe ser canalizado hacia las bodegas del gobierno para de ahí distribuirlo a los damnificados». Sólo faltó poner que a los que apoyen el movimiento de la Cuarta Transformación se les debe dar prioridad. Que el gobierno de Claudia Sheinbaum y de Rocío Nahle estén condicionando de esa manera los apoyos no es de buenos cristianos.
El evangelio de Lucas lo anota: «¿Qué padre entre ustedes, si su hijo le pide un pescado, le da una serpiente en vez de un pescado? O, si le pide un huevo, ¿le da un escorpión?» De Claudia Sheinbaum se entiende, pues la señora no es cristiana, es judía aunque se vista de guadalupana. Pero, ¿y Rocío Nahle? No se vale ser tan miserables en los momentos en que nuestros hermanos más lo necesitan.

