Tiene derecho a defenderse Gómez Cazarín, pero no con mentiras. Los que conocemos a Claudia Guerrero sabemos que ella nunca le pidió nada, antes bien él es quien ofrece

A manera de anécdota. Una noche, regresando del aeropuerto de Cancún, rumbo a Playa del Carmen, entró una llamada a mi teléfono. Un amigo me pidió tomar la llamada de una compañera periodista que quería que la pusiera en contacto con Claudia Guerrero a petición de una síndica. No tuve objeción en pasar el recado a mi amiga, quien me dijo que no estaba dispuesta a escuchar las proposiciones de esa síndica, quien antes había trabajado en el Congreso. Otro día, en un informe de Ricardo Ahued, un amigo fotógrafo, que ha publicado varios libros, la detuvo para pedirle que escuchara a la síndica, que tenía algo que proponerle. Pero ella firme le dijo que no, que no quería escuchar esas proposiciones. Después de ese momento acompañé a Claudia Guerrero a tomar un almuerzo. Estábamos en un restaurante, pegado al café Bola de Oro de la calle de Enriquez cuando la síndica se apersonó. Me pareció una mujer osada, pues ante tanta negativa de la periodista a escuchar sus proposiciones, ella misma le dio la cara. Pero Claudia Guerrero, tal vez de manera áspera, volvió a decir no a las proposiciones de la síndica. Y ahora resulta que Juan Javier Gómez Cazarín, quien tiene fama de delincuente, sale a defenderse atacando con mentiras a Claudia Guerrero, diciendo sobre la periodista: “Desde que yo llegué a la política me acuerdo que se me acercaba mucho una periodista, una señora que siempre trató de extorsionarme y yo nunca sucumbidí. Una vez, a través de una persona mandó a pedir dinero y la señora estaba aferrada a que yo le entregara dinero y que yo fuera a su casa. Y desde entonces he sido víctima de un acoso periodístico en exposición por parte de la señora Claudia Guerrero”. Eso es mentira. Los que conocemos a Claudia Guerrero sabemos que la extorsión no es una de las prácticas de la periodista, antes bien, de Cazarín sabemos que la extorsión sí es una de sus prácticas, sino que le pregunten a los alcaldes de Veracruz a quienes, según nos aseguran, les pide obra a cambio de programas sociales. Si tiene pruebas de la extorsión o de los pedidos de dinero por parte de Claudia Guerrero, Juan Javier Gómez Cazarín está obligado a mostrarlas. Si no lo hace quedará como una persona que utiliza la mentira para salir del pozo que él mismo ha cavado.