El empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas, dueño de TV Azteca y otras empresas, ha protagonizado un tenso enfrentamiento público con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, centrado en adeudos fiscales pendientes desde hace más de una década. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) reclama a sus compañías créditos fiscales por miles de millones de pesos, sumados a deudas internacionales recientemente exhibidas.
El conflicto escaló en septiembre de 2025 durante las conferencias matutinas de Sheinbaum, quien el 24 y 25 de septiembre acusó a Salinas de defraudación fiscal, al vender la compañía telefónica Nextel, de su grupo, a AT&T con deudas ocultas al fisco, lo que lo obligó a pagar una fianza de 25 millones de dólares en EE.UU. para evitar su detención. Además, la mandataria cuestionó el origen de su fortuna, incluyendo beneficios del Fobaproa, la adquisición de TV Azteca, ADN40 y acciones de Mexicana de Aviación.
En respuesta, el 25 de septiembre Salinas Pliego propuso vía X (Twitter) una “mesa de negociación abierta, seria y transparente” entre equipos de ambas partes, para “encontrar puntos de acuerdo y construir soluciones justas” que permitan a sus empresas pagar “lo que es justo y corresponde, ni más ni menos, de acuerdo con la ley”. Sin embargo, la presidenta Sheinbaum, quien siente que ya tiene la sartén por el mango le respondió: “Por el tema de la publicación que hizo ayer el Grupo Salinas: esto no es un asunto de negociación en oscurito. Esos tiempos ya quedaron en el pasado, no es asunto de sentarnos a negociar qué sí, qué no”.