Blaine Milam, de 35 años, fue ejecutado el 25 de septiembre de 2025 en la Unidad de Huntsville, Texas, por el asesinato capital de Amora Carson, la hija de 13 meses de su entonces novia Jesseca Carson, ocurrido en diciembre de 2008 en un tráiler en el condado de Rusk, al este de Texas. Según el testimonio de la pareja durante el juicio, el crimen se enmarcó en un supuesto “exorcismo” para expulsar un demonio del cuerpo de la niña, aunque los fiscales lo describieron como una tortura brutal de 30 horas sin motivación clara más allá de un posible encubrimiento.
La autopsia reveló múltiples fracturas en el cráneo, brazos, piernas y costillas de la bebé, junto con marcas de mordidas y estrangulamiento, con tantas lesiones fatales que el patólogo no pudo determinar una causa única de muerte. Milam, condenado en 2010 a los 20 años (ambos acusados tenían 18 en el momento del crimen), recibió la pena de muerte, mientras que Carson fue sentenciada a cadena perpetua sin libertad condicional por complicidad.
Milam mantuvo su inocencia hasta el final, culpando a Carson de orquestar el acto y alegando su propia discapacidad intelectual para invalidar la ejecución, además de cuestionar evidencia como marcas de mordidas y ADN “desacreditados”. Sin embargo, apelaciones ante la Corte Suprema de EE.UU., la Junta de Indultos de Texas y tribunales estatales fueron rechazadas.
