Este 1 de septiembre se llevó a cabo el Primer Informe de Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México. El evento se llevó a cabo en Palacio Nacional. Los invitados a ese informe fueron integrantes de su Gabinete Legal y Ampliado, gobernadores, tanto de Morena, como de oposición, así como líderes legislativos y empresariales. Por supuesto, en un informe de gobierno la mandataria puede decir las mentiras que le vengan en gana, puede exagerar logros y ponderar fracasos, haciéndolos pasar por éxitos. Nadie la va a interpelar, nadie le va a decir que está equivocada. Así que durante el informe la presidenta Sheinbaum se puso a soltar sus “cuentas alegres. Por ejemplo, habló de la reducción del 25% en homicidios dolosos y del 34% en feminicidios; datos que contradicen la realidad que se vive en muchos estados de México donde el narco tiene el control de las plazas.
La presidenta ponderó sus programas sociales, señalando que la inversión para mantener a millones de mexicanos fue de de 850 mil millones de pesos (2.3% del PIB) beneficiando a 32 millones de familias, con pensiones para 13 millones de adultos mayores, becas Benito Juárez para 3.8 millones de estudiantes y apoyo a discapacitados, pescadores y campesinos; es decir, no hay logros, sino limosnas. Sobre el crecimiento económico, quiso hacer pasar una tasa de 1.2% anual de crecimiento como un gran logro, cuando en Argentina el crecimiento fue del 5.5.
Claudia Sheinbaum se atrevió incluso a hablar del abasto de medicamentos al 90%, cuando los reportes indican que hay desabasto en miles de hospitales en todo el país. Y para colmo puso énfasis en la reforma al Poder Judicial, señalando que se lograron elecciones democráticas de ministros, jueces y magistrados en junio de 2025. Es decir, este Primer Informe de Gobierno sólo fue un monólogo cargado de mentiras.