La periodista detalla la manera truculenta e ilegal, el modus operandi para que Martín Aguilar Sánchez consiguiera su prórroga. Señala la periodista en el final de su artículo: “La truculenta permanencia, por 4 años más, del rector de la Universidad Veracruzana, y su impacto nacional, este caso importa, porque la estabilidad y la legalidad en las universidades públicas son un pilar de nuestra democracia”. Pero la estabilidad de nuestra democracia y los amparos que se han interpuesto en contra de esa prórroga, a Martín Aguilar le valen un pito. De hecho, lo único a lo que le tiene miedo Martín Aguilar es a que los insomnes estudiantes de la Universidad Veracruzana despierten y se lancen a la rectoría, a las facultades, a las calles del centro de Xalapa, Veracruz y otras sedes de la UV a protestar en contra de lo que es un atropello a la legalidad universitaria.
Martín Aguilar pretende dejar un precedente infame para que otros rectores lo repitan. Asimismo, los estudiantes de la Universidad Veracruzana pueden dejar un precedente glorioso para que en el futuro, cuando se pretenda pasar por encima de la legalidad universitaria, otros los imiten.

