El sábado 16 de agosto, durante la inauguración del Centro Libre de Violencia en Calakmul, Campeche, la gobernadora Layda Sansores desató una fuerte controversia al declarar: «Ser mujer, ser indígena y ser pobre es lo peor que te puede pasar en la vida». La frase, pronunciada en presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, fue calificada como racista, clasista y profundamente discriminatoria por organizaciones civiles y activistas. La Red de Abogadas Indígenas condenó el comentario, exigiendo una disculpa pública y que Sansores tome cursos sobre racismo, derechos humanos y perspectiva de género.
Señalaron que la pobreza en comunidades indígenas es resultado de una estructura colonialista y discriminatoria, y que la declaración refuerza estigmas históricos que asocian a los pueblos originarios con atraso. El comentario ha generado un intenso debate sobre el uso de un lenguaje que perpetúa la marginación en discursos oficiales.
Layda Sansores se ha dado a conocer por agredir la libertad de expresión de varios periodistas en su estado, es por ello que exigen que a ella también la sancionen por “violencia política de género”. Además, habría que decirle a la señora que todavía hay algo peor que “ser mujer, ser indígena y ser pobre”, ser como Layda Sansores, esa sí sería una tragedia.
