Señora Nahle, no fue un infarto. A la maestra Irma Hernández la torturaron hasta la muerte, eso informa la Fiscalía de Veracruz

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Rocío Nahle García; Verónica Hernández Giadáns FOTO: WEB

Tanto argüende el que se armó por los dichos de la gobernadora de Veracruz, quien en un intento por minimizar el asesinato de la maestra Irma Hernández por parte de un grupo del crimen organizado, dijo a voz en cuello: «Les guste o no les guste murió de un infarto». Para justificar sus dichos la gobernadora hasta se consiguió un “simiforense”, todo para tapar la boca de los “miserables” que la estaban criticando. Tanto argüende para que al final la fiscal espuria, Verónica Hernández Giadáns, saliera a decir que no hubo tal infarto, que la maestra jubilada Irma Hernández fue torturada hasta la muerte.

En un comunicado difundido en video, la Fiscalía de Veracruz anota que la imputación contra los detenidos se realizó tomando en consideración que los secuestradores alteraron la salud de la maestra Irma Hernández «por la agresión, tortura y violencia ejercida durante su cautiverio, lo cual ocasionó su muerte».

Es decir, la torturaron hasta que murió. Por lo tanto, todo indica que eso del infarto se lo sacó la gobernadora de la manga en un intento por minimizar el asesinato de la maestra Irma Hernández, un acto que bien merece el calificativo de “miserable”.

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