En los gobiernos las malas decisiones de los gobernantes, sus expresiones equivocadas, así como las estrategias de comunicación deficientes tienen sus consecuencias en la percepción de los gobernados. Una encuesta de Demoscopia, recogida entre los días 28 al 31 de julio, coloca en el último lugar del ranking de gobernadores a Rocío Nahle, gobernadora de Veracruz. Para el lunes 28 de julio, que fue el primer día que se levantó la encuesta, se cumplían 10 días del secuestro de la maestra Irma Hernandez.
A los pocos días la gobernadora Rocío Nahle declaraba que la maestra Irma Hernández había muerto de un infarto. Ante la andanada de críticas por lo que parecía un intento por minimizar el crimen, Rocío Nahle llamó “miserables” a quienes la criticaron. Las declaraciones de la gobernadora se volvieron virales en las redes sociales a nivel nacional. La manera como se manejó la crisis fue la más inadecuada. Pasados los días, después de que la presidenta Sheinbaum señaló que la muerte de “esa persona” o de cualquier persona, era lamentable, fue que la gobernadora intentó, con poco éxito, recomponer lo que había descompuesto.
Es por ello que no extraña que la gobernadora de Veracruz esté rankeada en el lugar número 32 de gobernadores, con una puntuación de 39.7 puntos, es decir, el último lugar. Pensamos que esos lugares sólo los podía ocupar el “príncipe de la estulticia”, Cuitláhuac García.