Pablo Gómez, quien presume haber participado en el movimiento del 68 que concluyó con una de las masacres más dolorosas de este país, tiene 78 años. Pero la edad en él no es excusa como para que no se haya dado cuenta de que algunas financieras y bancos estuvieran lavando dinero a los narcotraficantes. Señala la editorial de El Universal sobre la salida de Pablo Gómez de la Unidad de Inteligencia Financiera: «Nos cuentan que llamó la atención en círculos empresariales la forma en que se anunció que Pablo Gómez encabezará la comisión del gobierno para elaborar la reforma electoral.
»Durante la gira de la presidenta Claudia Sheinbaum por Guanajuato, se anunció lo que hará ahora el viejo militante de la izquierda del 68 y se mencionó como de pasada que deja de ser el encargado de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda. La tarjeta informativa del gobierno fraseó que don Pablo “se desempeñaba como titular de la UIF”.
»Su salida, nos recuerdan, ocurre 5 semanas después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusó a la casa de bolsa de Alfonso Romo y a dos bancos mexicanos de lavado de dinero para los cárteles, tema que no ha concluido. ¿Será que ese asunto tuvo que ver en el relevo?» Pablo ahora se va a una cosa llamada Comisión Presidencial para la Reforma Electoral; algunos dicen que es la pretensión de que el INE vuelva a manos del gobierno. Algo que de facto ya es así.
