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Gracias a la indiferencia y chabacanería de muchos maestros el SNTE seguirá secuestrado por una camarilla de vivales

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Gracias a la indiferencia y chabacanería de muchos maestros el SNTE seguirá secuestrado por una camarilla de vivales FOTO: WEB

Luis Ortiz R. / En México durante muchas décadas, los maestros fueron un factor de cambio político muy importante, sin embargo, en los tiempos de la 4T el magisterio mexicano se ha visto copado y vulnerado por el falso oropel que le han ofrecido los dirigentes morenistas. La dichosa redignificación magisterial solo fue una promesa de campaña que sirvió para ganar simpatías dentro del magisterio. Es un hecho que la situación no tiene para cuando mejorar, pues el máximo líder del SNTE, sindicato mayoritario que ostenta el contrato laboral de alrededor de 2.5 millones de afiliados, se encuentra disfrutando de las mieles del poder como senador de la república y no puede exigir un salario digno y mejores condiciones para sus representados. Es decir, Alfonso Cepeda Salas esta comprado completamente.

Aunque su mandato interino concluyó en febrero de 2024, Alfonso Cepeda Salas, sigue de manera ilegitima representando a los maestros ante la autoridad laboral. Cepeda Salas es un coyote sindical, tan pronto vio que se acababa su mandato, movió sus hilos y pidió a su consejo nacional una extensión de su mandato hasta noviembre de ese año, esa fecha ya caducó y el dirigente espurio no piensa soltar el poder que le ha generado jugosos dividendos. No le sorprenda que pretenda convocar un recambio del comité nacional hasta 2027, de esa manera su mandato se extendería manera ilegitima.

Ante esta situación, el papel de los maestros es nominal, no cuenta, sobre todo, porque no han sabido atomizar su inconformidad en un solo bloque que pueda enfrentar con la suficiente fuerza a un grupo de vivales que han sabido secuestrar al SNTE. Y es que, la camarilla que preside Cepeda Salas sabe muy bien que en política sindical es importante dividir al magisterio, saben que de esa forma se seguirán manteniendo en el poder, al SNTE le conviene que los maestros se mantengan indiferentes y solo se concentren en fracciones que son fáciles de nulificar.

Ahora bien, el SNTE no es improvisado en artimañas electorales, cuando se dieron las elecciones para renovar sus 61 secciones, este se ostentó como árbitro, como dueño de la cancha y hasta del balón, pues controló los órganos electorales, del padrón, de las convocatorias, de la instalación de casillas, del conteo de votos, de las finanzas y de “atender” las impugnaciones, de esa manera sus candidatos, lograron retener 56 secciones. Solo así, el SNTE cepedista ha logrado fortalecer su hegemonía sindical.

No obstante, eso no es todo, al SNTE le beneficia que el maestro siga tirado en la hamaca de la indiferencia, que se quede en casa y no salga a votar por sus dirigentes, es cierto que algunos grupos han exigido un nuevo reglamento y estatutos democráticos, al margen del SNTE, sin embargo, su petición es un grito perdido en el desierto.

Por ejemplo, en las elecciones sindicales pasadas, la mitad de los trabajadores de la educación no salieron a votar, y de la mitad restante que sí votó en los comicios seccionales, 77 por ciento lo hizo por planillas contrarias a la oficial. En otras palabras, sólo 23 por ciento votó por la planilla de los institucionales. Esto significa que el apoyo real de las fuerzas de Cepeda Salas es de apenas 11.5 por ciento de los maestros sindicalizados, es decir un apoyo pírrico.

Como se puede ver, si el maestro de aula asumiera su compromiso y se fijara la meta de renovar al comité ejecutivo nacional, tenga por seguro que se tendría una representación sindical digna y combativa. Pero para que eso sea una realidad, solo depende de que los maestros se decidan.

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