Cuenta la leyenda que un cortesano de nombre Damocles, envidiaba la vida del rey Dionisio I de Siracusa y deseaba su poder. Dionisio, para mostrarle los peligros inherentes a su posición, lo invitó a un banquete donde lo sentó en su trono, pero con una espada suspendida sobre su cabeza por un solo hilo de crin de caballo. Damocles, aterrorizado, no pudo disfrutar de la comida ni de los lujos, y rápidamente renunció a la posición en la que lo habían colocado. Así es Donald Trump, como la “espada de Damocles” sobre la cabeza del gobierno de México. Y es que una vez que se ha anunciado una prórroga de 90 días antes de aplicar los aranceles, se han puesto a temblar todos aquellos que saben que están en la mira del gobierno de los Estados Unidos.
La presidenta anunció el acuerdo de esta manera: «Evitamos el aumento de aranceles anunciado para mañana y logramos 90 días para construir un acuerdo de largo plazo a partir del diálogo». El presidente Trump, más claridoso, lo anunció así: «Hemos acordado extender, por 90 días, exactamente el mismo acuerdo que tuvimos durante el corto periodo anterior, México seguirá pagando un arancel del 25% al fentanilo, un arancel del 25% a los automóviles y un arancel del 50% al acero, el aluminio y el cobre. México acordó eliminar de inmediato sus numerosas barreras comerciales no arancelarias. Hablaremos con México durante los próximos 90 días con el objetivo de firmar un acuerdo comercial dentro de ese plazo, o incluso más».
¿Esta prórroga a cambio de quién? ¿Quién será el próximo sacrificado que calmará la sed de “justicia” de Donald Trump?
