Ciudad de México. En los últimos años, México ha experimentado una transformación significativa en la forma en que los consumidores adquieren bienes y servicios. El acceso a financiamiento ha dejado de ser una opción exclusiva para compras grandes y se ha convertido en una herramienta habitual incluso para gastos cotidianos.
Una de las modalidades más populares es la de meses sin intereses, que ha redefinido la relación entre los consumidores, los comercios y las instituciones financieras.
Esta tendencia no surgió de la noche a la mañana. Las promociones de pagos a plazos sin intereses comenzaron como incentivos estacionales, especialmente en eventos como El Buen Fin.
Sin embargo, la alta aceptación por parte de los consumidores hizo que se convirtieran en una estrategia permanente para muchas marcas, bancos y marketplaces. Hoy, comprar a crédito sin intereses ya no es una ventaja extra, sino una expectativa básica del comprador digital.
Los datos hablan por sí solos: cada vez más personas eligen dividir sus pagos aunque tengan la capacidad de cubrir el total de una compra. La razón no siempre es falta de liquidez, sino la conveniencia de liberar flujo de efectivo, combinar promociones o simplemente planificar mejor su presupuesto mensual.
Cómo los meses sin intereses cambiaron el comportamiento de compra
El consumidor moderno está más informado, más conectado y más exigente. Ya no se trata solo de buscar el precio más bajo, sino de encontrar condiciones que faciliten el acceso sin comprometer estabilidad financiera. Ahí es donde entran los meses sin intereses, una modalidad que permite:
- Adquirir productos de mayor valor sin afectar el presupuesto inmediato.
- Acceder a tecnología, servicios o experiencias que antes eran inalcanzables.
- Distribuir gastos de forma más predecible a lo largo del tiempo.
Para los comercios, este modelo ha sido clave para aumentar el ticket promedio, fidelizar clientes y mantenerse competitivos frente al crecimiento del e-commerce.
Productos más comunes que se compran a meses sin intereses
Aunque la percepción general es que este tipo de promociones se usa principalmente para electrodomésticos o tecnología, la realidad es que los consumidores mexicanos están aplicando meses sin intereses a una gama cada vez más amplia de categorías.
Algunos ejemplos de productos y servicios populares en esta modalidad:
Electrónica, celulares y computadoras.
Muebles y artículos para el hogar.
Viajes, boletos de avión y hospedaje.
Servicios médicos o dentales.
Cursos, diplomados o membresías.
Esta variedad ha permitido que el financiamiento sin intereses deje de verse como un lujo y se perciba como parte del consumo cotidiano.
Lo que debes considerar antes de comprar a plazos
Aunque los meses sin intereses ofrecen ventajas reales, es importante usarlos con responsabilidad. Muchas personas caen en el error de acumular compras sin tener en cuenta su capacidad real de pago. El resultado puede ser una carga mensual que se vuelve inmanejable, incluso sin intereses de por medio.
Antes de diferir una compra, es recomendable evaluar:
- Si el producto tiene una vida útil mayor al plazo del financiamiento.
- Si la suma de pagos diferidos no sobrepasa tu presupuesto mensual.
- Si el comercio y la institución financiera ofrecen condiciones claras y sin cargos ocultos.
Además, es buena práctica llevar un registro de todas tus compras a meses sin intereses para evitar perder el control.
Qué papel juegan las fintech y plataformas digitales en esta tendencia
El auge de las fintech ha democratizado el acceso al crédito y ha facilitado la implementación de pagos a plazos en comercios pequeños o independientes.
Ya no necesitas una tarjeta de crédito tradicional para acceder a estas promociones; muchas plataformas ofrecen esquemas similares a través de tarjetas digitales o líneas de crédito integradas a wallets y apps.
Ventajas que estas soluciones han traído al consumidor:
- Evaluación de riesgo en segundos, sin papeleo.
- Acceso a promociones exclusivas sin necesidad de historial crediticio extenso.
- Mayor transparencia en los términos de pago y comisiones.
- Experiencia de usuario más ágil e intuitiva.
Este ecosistema digital ha contribuido a que el consumo financiado se normalice y se convierta en un hábito frecuente entre jóvenes y adultos por igual.
