El INE valida la “farsa” judicial, ello a pesar de los acordeones y de la baja participación; sólo hicieron lo que les mandaron hacer

Farsa
El INE valida la “farsa” judicial, ello a pesar de los acordeones y de la baja participación; sólo hicieron lo que les mandaron hacer FOTO: WEB

El Instituto Nacional Electoral no es autónomo, sólo es un instituto que obedece las órdenes del Ejecutivo, entre ellas validar las farsas llevadas a cabo desde el Ejecutivo. Este domingo 15 de junio el Instituto Nacional Electoral (INE) validó la elección judicial del 1 de junio, un proceso para elegir 881 cargos del Poder Judicial de la Federación por supuesto voto popular; inducido, pero popular. Sin embargo, esta validación ha generado controversia debido a la omisión del INE ante el uso generalizado de “acordeones”, guías de votación que orientaban a los electores hacia candidaturas específicas, muchas asociadas al partido gobernante, Morena. Esta práctica, denunciada como una forma de coacción del voto, pone en entredicho la legitimidad del proceso y la imparcialidad del INE.

Vale mencionar que desde días antes de la jornada electoral, se reportó la circulación masiva de estos materiales en redes sociales y en las calles, con listas que favorecían a candidatos afines a Morena, como Hugo Aguilar Ortiz y Lenia Batres, quienes encabezaron los resultados para la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). La consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, reconoció la existencia de los acordeones, pero permitió que los ciudadanos llevaran listas personales, siempre que no fueran distribuidas masivamente. Sin embargo, la línea entre uso personal y coacción organizada resultó difusa, y el INE no implementó mecanismos efectivos para garantizar su cumplimiento.

Además de eso, también estuvo la baja participación ciudadana, menos de un 10 por ciento real del padrón electoral, agrava la percepción de ilegitimidad. Los acordeones, al orientar a un electorado poco informado sobre los 3,379 candidatos, pudieron haber sesgado los resultados en favor de un grupo político, comprometiendo la independencia del Poder Judicial. La validación del INE, sin abordar a fondo estas irregularidades, refleja una postura complaciente que debilita la confianza en el proceso y pone en riesgo la división de poderes en México. El INE, como institución subordinada a la presidencia, sólo hizo lo que le pidieron que hiciera: Validar una farsa.

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