Después de las acusaciones de la secretaría de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, en las que aseguró que Claudia Sheinbaum estaba alentando las manifestaciones violentas en Los Ángeles, el subsecretario de Estado, Christopher Landau se reunió con la “acusada”. La reunión ocurre previo a la visita de Marco Rubio, secretario de Estado del gobierno de Trump. En su conferencia mañanera la presidenta de México habló sobre lo tratado en esa reunión. Dice Sheinbaum que hablaron sobre las redadas de migrantes, las cuales dañan «a la propia economía de los Estados Unidos».
¿Y los derechos humanos de los migrantes? En redes sociales se han visibilizado los abusos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, ICE por sus siglas en inglés, los cuáles no tienen ninguna consideración. Se han atrevido los policías de ICE de ir a los hospitales para detener a las personas que acuden a sus citas médicas para llevárselos.
Menores que están en tratamiento son separados de sus madres. Elementos del ICE llegaron en helicópteros a la graduación de una escuela para detener a padres y estudiantes. ¿Hablaría de esos casos la presidenta Claudia Sheinbaum? No, ella está más preocupada por el daño que las redadas causarán en la economía estadounidense.
