Donald Trump declaró que protestar en el desfile militar de su cumpleaños el sábado 14 de junio en Washington, DC, tendrá “duras consecuencias”. Por ello, era pertinente que le preguntaran a la vocera de la Casa Blanca, si el presidente de los Estados Unidos apoyaría las protestas pacíficas. La respuesta de Karoline Leavitt, en la que calificó de “estúpida” la pregunta de una reportera sobre si el presidente Trump apoyaría protestas pacíficas, refleja un estilo confrontacional que ha caracterizado las interacciones de la administración con la prensa.
Según reportes, Leavitt afirmó que Trump apoya las protestas pacíficas y el derecho a la libertad de expresión bajo la Primera Enmienda, pero su tono despectivo al responder y su abrupta salida de la conferencia de prensa sugieren una falta de disposición para un diálogo constructivo.
Esto puede interpretarse como una táctica para desviar la atención de preguntas incómodas, especialmente en un contexto donde las protestas en Los Ángeles por redadas migratorias y el despliegue de tropas han generado controversia. De hecho, la pregunta fue pertinente, la respuesta de Karoline Leavitt fue estúpida.
