Dicen en las conversaciones de café, que Martín Aguilar Sánchez, rector de la Universidad Veracruzana, es como la caca del perico, “ni huele, ni hiede”; en otras palabras, el señor es bastante insustancial. Si está, ni nos damos cuenta de que esté, si se va, ni lo vamos a extrañar. Resulta que Martín Gerardo Aguilar Sánchez enfrenta una fuerte controversia debido a su intención de prorrogar su mandato por un segundo periodo de cuatro años, a pesar de que su gestión actual concluye el 31 de agosto de 2025. Esta situación ha generado críticas de exrectores, aspirantes a la rectoría y miembros de la comunidad universitaria, quienes argumentan que Aguilar no cumple con los requisitos legales y que su maniobra podría violar la normativa de la UV. Martín Aguilar Sánchez asumió la rectoría de la UV el 1 de septiembre de 2021, tras ser designado por unanimidad por la Junta de Gobierno para el periodo 2021-2025.
La Ley de Autonomía y la Ley Orgánica de la UV establecen en sus artículos 10 y 36, respectivamente, que el rector durará en su cargo cuatro años, con posibilidad de prórroga por una sola vez, siempre que cumpla con los requisitos establecidos, incluido el límite de edad de 65 años, pero resulta que Martín Aguilar ya está para el Asilo Sayago, ya hasta recibe pensión de López Obrador. Marisol Luna Leal, exabogada general de la UV y aspirante a la rectoría, ha declarado que Aguilar no puede prorrogar su mandato debido a que excede el límite de edad establecido.
Luna ha instado al rector a realizar una reflexión y escuchar a la comunidad universitaria, proponiendo que se emita una convocatoria en tiempo y forma para garantizar un proceso transparente y democrático. La verdad es que otros 4 años de Martín Aguilar en la rectoría colocaría a la UV en el patio central de la mediocridad. Con eso de que el señor es militante de la Cuarta Transformación y como todo lo que toca la 4T lo convierte en mierda, pues ese sería el futuro de la UV con otro periodo del insustancial Martín Aguilar.
