Gas Bienestar, la empresa estatal creada en 2021 bajo la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, tenía como objetivo distribuir gas LP a precios justos para apoyar la economía de los hogares mexicanos, particularmente en comunidades de bajos recursos. Sin embargo, a cuatro años de su implementación, el programa no ha logrado generar utilidades y opera con pérdidas, dependiendo de subsidios gubernamentales para su sostenimiento; por supuesto esos subsidios salen de nuestros impuestos.
De acuerdo con información proporcionada por Petróleos Mexicanos (Pemex) a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, Gas Bienestar no ha reportado ganancias desde su inicio. Hasta mayo de 2024, se han vendido 3,758,091 cilindros, generando ingresos por 1,325 millones de pesos. Sin embargo, Pemex ha invertido aproximadamente 3,000 millones de pesos en el programa, lo que refleja un déficit significativo.
El programa, que comenzó operaciones en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México y se extendió a nueve alcaldías, no ha cumplido con la promesa de expandirse a nivel nacional. Gas Bienestar, lo mismo que el Tren Maya, la Megafarmacia y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, son cuatro de los grandes fracasos del gobierno de López Obrador.
