Hace unas semanas reportamos la muerte de Erick, un niño de 13 años que acudió a la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc, ubicada en el estado de Morelos. La madre dice que llevó a su hijo al campamento en las mejores condiciones físicas y de salud, pero que, estando su hijo en el campamento, le hablaron para decirle que su hijo estaba “un poquito malo”. Cuando ella llegó al hospital su hijo había muerto. Los doctores le dijeron: «Tiene las vísceras destrozadas; tiene golpes, tiene hematomas en el cuerpo. Le dio un paro respiratorio, pero porque se le reventaron las vísceras y todos sus jugos gástricos se fueron para arriba».
Los directores del plantel le dijeron que ahí no maltrataban a los alumnos y que a Erick le había dado un golpe de calor. Después de que la presidenta Sheinbaum exhortó a las autoridades de Morelos a hacer una investigación exhaustiva, este fin de semana se giró la orden de aprehensión en contra de Angélica “N” y Juan Carlos “N”, directivos de la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc.
Por cierto, testimonios de alumnos, compañeros de Erick, declararon que durante los entrenamientos fueron amarrados, arrastrados, fueron fracturados de su cuerpo y no los dejaron comer.
