Si los habitantes del estado de Guerrero se ven acorralados por la delincuencia organizada, si los asesinatos van en incremento, si las extorsiones a choferes de transporte público y a dueños de negocios es un problema del que las autoridades no tiene control, si aparecen narcomantas dirigidas al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana en el que anotan amenazas de muerte, todo esto significa que Guerrero es un estado fallido, un estado sin ley. Significa que en el estado de Guerrero los que gobiernan son las células pertenecientes al crimen organizado.
El domingo 11 de mayo reportaron el acribillamiento de un agente de la Policía Ministerial. Indican que el crimen ocurrió en las inmediaciones de la cabecera municipal de San Luis Acatlán, en la región Costa Chica del estado. El agente identificado como Inocencio “N”, estaba adscrito a la comandancia de Marquelia y era vecino de San Luis Acatlán.
Por otra parte, señalan que la tarde del mismo 11 de mayo asesinaron a otras tres personas. Las víctimas fueron acribilladas en distintas partes de Acapulco. Testigos de los hechos señalan que los comandos del crimen organizado se mueven con toda impunidad por las calles de Acapulco. Es evidente que los convoyes del crimen organizado se trasladan de un lado a otro cuando cometen los crímenes, sin embargo, no hay autoridad que los detenga.