Muy orondo y sonriente, como si hubiera hecho una gracia, Eric Cisneros Burgos, conocido en los bajos mundos como el Bola 8, ya pisa nuevamente tierras veracruzanas. Quizá esto explique la tenebra que se siente en el estado desde el 29 de abril, día que iniciaron las campañas electorales. Muertos, atentados, levantones, balaceras, eso es lo que ha estado ocurriendo. Vuelve el “hijo pródigo” de Otatitlán a su tierra porque dice ser un gran devoto del “Cristo negro”.
En sus redes sociales anota el muy cínico: «Hoy, con el corazón lleno de emoción, visité mi querido Otatitlán en donde iniciaron las festividades en honor al Cristo Negro, nuestro Santo Patrono. Cada año, esta celebración nos une en una profunda muestra de fe, cultura y tradición que nos identifica como pueblo y como región».
Señala la periodista Claudia Guerrero sobre el regreso de este oscuro personaje: «Nos enteramos que Eric Cisneros viene a asesorar campañas del Partido Verde Ecologista y Morena en Cosamaloapan, Carlos A. Carrillo, Altotonga, Misantla, Xalapa, Juchique de Ferrer, Yecuatla, Colipa, donde tiene a su compadre, así como Teocelo, Coatepec, entre otros, para meter grupos criminales y hacer ganar con violencia a sus candidatos a las alcaldías, sindicaturas y regidurías». ¿Pues no que la gobernadora no lo podía ver ni en pintura?
