Sigiloso como Nosferatu, Gertz Manero llevaba bajo el brazo su verdad histórica, desde luego que el fiscal de la nación, sabe y conoce su influencia en el actual gobierno. Sabe que sus palabras intentaran lavar la cara del gobierno ante la ONU, organismo que ha osado poner en tela de juicio las políticas de seguridad al calificar a nuestro país como un país violento, lleno de fosas de desaparecidos.
De entrada, señaló que en Teuchitlán, donde se encuentra el rancho Izaguirre, no hay evidencia de que este haya sido un campo de exterminio, solo y, a regañadientes reconoció que era un campo de entrenamiento. Esta intentona, no pego, nadie la creyó. Principalmente los grupos de buscadores de personas desaparecidas.
Alejandro Gertz Manero se escuda en los peritajes de especialistas de la fiscalía que él dirige y en supuestos peritajes de la UNAM. Por lo pronto, “Guerreros Buscadores” alistan las pruebas que demostraran que el Nosferatu de la 4T miente como respira.
