Hace unas semanas distintos colectivos de madres buscadoras de personas desaparecidas exigían al gobierno que les brindaran seguridad, pues temían sufrir alguna represalia. Al ver que el gobierno no les apoyaba, hicieron pancartas en las que se dirigían al crimen organizado para que no las agredieran. Las madres buscadoras pidieron al crimen organizado que las dejaran buscar a sus seres queridos sin tener el temor de que en cualquier momento les fuera a ocurrir algo.
El jueves 24 de abril ese temor de los colectivos se hizo presente. Ese temor se volvió una cruda realidad cuando María del Carmen Morales y su hijo Daniel Jaime Ramírez Morales fueron asesinados por sujetos desconocidos que hasta el momento no han identificado. María y su hijo Daniel eran integrantes del “Colectivo Guerreros Buscadores”, ese colectivo fue uno de los que dieron a conocer las atrocidades que se llevaban a cabo en el centro de exterminio del rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, en el estado de Jalisco.
María y su hijo Daniel estuvieron pendientes en el rancho que ocupaba el Cártel Jalisco Nueva Generación como campo de exterminio, pues Ernesto Julián, hijo de María y hermano de Daniel desapareció precisamente en Jalisco. Ernesto Julián desapareció el 24 de febrero del 2024 en Jalisco. La madre de Ernesto y su hermano Daniel perdieron la vida el 24 de abril del 2025. ¿Dónde está la justicia?
