Dentro de lo bueno y lo malo que pasa dentro del partido gobernante en México, se aplaude el respaldo a la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, sobre todo, porque dejó en claro a los diputados, que ya se acabaron los tiempos de promoción personal a partir de programas sociales o gestiones para la incorporación de beneficiarios. Y es que, los diputados querían estar presentes, cuando se entregaban las tarjetas del bienestar, en otras palabras, querían aparecer en las fotos, para que luego las subieran a las redes sociales y seguramente ponerles una leyenda de gestores del bienestar.
Y para que no quede duda la presidenta Sheinbaum remató: «Si una diputada o diputado está en territorio y algún adulto no tiene la pensión, hay la forma de informarle a Bienestar para decirle que hay un adulto mayor que no tiene su pensión, como (pude hacerlo) cualquier otro ciudadano, no es atribución exclusiva de un diputado o diputada.
»Lo que, si no va a haber, porque nos está bien, porque un diputado de un partido o en particular del que provenimos, quiera usufructuar un programa social. ¡Eso no!». Ni hablar, más claro ni el agua.
