Cuando Claudia Tello supo que sería la indicada para dirigir el destino de una de las secretarias más importantes del gobierno de su amiga Rocío Nahle, seguramente pensó que su trabajo en SEV, sería como organizar a los tianguistas para asignarles un pedazo de banqueta. Nunca se imaginó que lidiar con 136,771 docentes divididos en los niveles de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato, y de Educación Superior, sería una tarea verdaderamente complicada, sobre todo, porque estos están afiliados en 84 sindicatos diferentes.
Por eso, cuando la maestra de telesecundaria llegó con la guadaña al hombro tratando de imponer un programa llamado “Maestro al aula”, que consistía regresar a los maestros con funciones administrativas, seguramente los prehistóricos líderes sindicales, especialmente los del SNTE, se rascaban la panza de la risa.
Hoy, nos venimos enterando que los docentes que fueron asignados a partir del 1 de octubre del 2019, serán los únicos que tendrán que regresar a sus escuelas. En otras palabras, los viejos dinosaurios del SNTE seguirán vegetando en sus oficinas sindicales. Ni hablar, lograron doblar a la “Tía Tello”.
