Ahora que nos damos cuenta cómo actúa esta joven morenista, dice García Soto que el presidente no se equivocó: «Es decir, que López Obrador tuvo mucha razón cuando se refirió públicamente a la entonces joven diputada, su “tocaya”, Andrea Chávez, como el “relevo generacional” en la 4T y en Morena. Porque claramente la hoy empoderada senadora y aspirante a gobernadora de Chihuahua, aprendió muy bien a simular, a victimizarse y a evitar siempre dar explicaciones sobre sus actos cuestionables e ilegales, aduciendo siempre que ella es la víctima y que la atacan por ser mujer y feminista.
»No cabe duda que a sus recién cumplidos 28 años, Andrea es una fiel y auténtica representante de la manipulación, la deshonestidad, la falta de ética y la demagogia que caracterizan a la actual clase gobernante y a su movimiento político».