Linchamientos y convenios

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Linchamientos y convenios FOTO: WEB
- en Opinión

Brenda Caballero / Eran las diez de la noche cuando Valeria hablaba por celular mientras caminaba rumbo a su domicilio. De repente se percató que era seguida por un hombre que vestía playera y short de color negro. De inmediato aceleró el paso pues estaba a dos edificios de llegar a su casa en el Fraccionamiento Santa Martha en Coatzacoalcos.

Valeria afirma que al sentirse perseguida, se quedó parada mientras el sujeto corrió hacia ella, la sujetó, “le metió todas las manos” y le apretó los glúteos. De inmediato ella gritó mientras el individuo corría para escapar sin pensar que allí, en el fraccionamiento, los vecinos cansados de la inseguridad que viven diariamente, ya se habían organizado para salir inmediatamente en multitud y hacer justicia por propia mano.

Fueron más de 50 hombres y mujeres residentes del Fraccionamiento Santa Marta los que salieron sin dudarlo a apoyar a Valeria. 

Después de corretear al hombre que posteriormente fue identificado como Ismael, de 35 años, y vecino de un fraccionamiento contiguo, logran detenerlo, lo amarran a un palo, y lo empiezan a golpear.

Para ese entonces, la policía llegó y la multitud dejó de golpearlo poniéndolo a disposición de las autoridades. Sin embargo, siguieron los reclamos por parte de los vecinos que aseguraron que seguirán con ese tipo de linchamientos ante cualquier persona que cometa actos ilícitos en ese Fraccionamiento, pues están hartos de la inseguridad.

Lo más lamentable del acoso callejero a Valeria es la justificación de los familiares de Ismael quienes posterior al linchamiento, llegaron y dijeron que lo hizo porque estaba en estado de ebriedad. ¡Vaya caso!

Esta situación de organización por parte de los vecinos de Coatzacoalcos no es única. En varias partes del estado y del país, los vecinos hartos de la delincuencia se han organizado con silbatos, palos y whatsapp para salir ante una llamada de auxilio.

Todo parece indicar que ya no confían en una policía que piensan está coludida con los maleantes y es señalada hasta de matar a ciudadanos, como es el caso reciente del padre buscador Maleno Pérez Santés, quien murió tras ser agredido por policías municipales en Poza Rica.

Mientras la ciudadanía se organiza, la gobernadora Rocío Nahle hace lo mismo con los gobernadores de Puebla y Oaxaca, firmando un convenio de seguridad que abarque esos estados para el intercambio de información.

¿De verdad podrá reducir la inseguridad que sentimos los veracruzanos o seguiremos viendo la organización de los vecinos con silbatos y palos para acabar con la delincuencia por propia mano?

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