Luis Burrola, entrevistado por El Universal acusa: «El fenómeno de la extorsión va en incremento a medida que los grupos criminales van perdiendo fuerza ante los embates de la autoridad, cada que les decomisan droga o detienen a líderes y les decomisan sus bodegas, cierran puntos de venta de droga, es una oportunidad para ellos de extorsionar porque de alguna manera tienen que recuperar ese dinero perdido y la única forma rápida y accesible, es la extorsión».
Algunos de los comerciantes saben que los extorsionadores hablan en serio: «Aquí mataron a un carnicero, los otros locales siguen amenazados y no tenemos de otra, sólo pagar si queremos seguir trabajando. Este es el sustento de nuestras familias, de varias, llevamos años en esto y es injusto que nos quiten todo con la mano en la cintura». ¿Y las autoridades? Así dejó Claudia Sheinbaum la Ciudad de México, así la recibió Clara Brugada y así la mantiene, en las manos del crimen organizado.

