Sabemos que los 30 días que Donald Trump le dio de plazo al gobierno de México antes de aplicar aranceles a los productos mexicanos, es una estrategia para conseguir de la presidenta Sheinbaum ofrendas y dádivas. La última ofrenda para que le dieran un plazo similar fue la entrega de 29 líderes del narco, entre ellos Rafael Caro Quintero, a quien venían solicitando desde hace 40 años. Al parecer, una vez que se cumpla el nuevo plazo, Trump hará más peticiones.
Dice el periodista Raymundo Riva Palacio sobre el tema: «Las noticias sobre el interés de Washington sobre políticos mexicanos metidos con el crimen organizado vinieron a reforzar la creencia de que la administración Trump sí está pensando en actuar contra algunos de ellos, con o sin autorización del gobierno mexicano.
»Hay incluso preocupación dentro de Morena sobre lo que pudiera pasar con dos gobernadores, Rubén Rocha Moya de Sinaloa y Américo Villarreal de Tamaulipas, que están incluidos en una investigación bilateral que data de más de un año, por sus presuntas vinculaciones con el Cártel de Sinaloa y con los empresarios que manejaban el robo de combustible en el noreste del país, con el cual financiaron ocho campañas de Morena para gubernaturas en 2021». Pero no sólo los gobernadores están en la mira de Trump. Al parecer los nombres de Adán Augusto López y de Ricardo Monreal han estado sobre la mesa de negociaciones.