Como lo hemos dicho en este medio, Claudia Sheinbaum se encuentra acotada y acorralada por un poder político que se encuentra completamente dividido. Unos jalan con Adán Augusto López, coordinador de los senadores, quien fuera el autor de abrirles las puertas a los Yunes azules. Otros jalan con Monreal, pastor de los diputados morenistas, el que, por cierto, tuvo un desliz al ser grabado con diputados panistas.
Desde luego, el contra peso mayor, lo tiene el socoyote de López Obrador, quien se muestra cordial con la representante del ejecutivo federal, no obstante, se ha mostrado frio y calculador, cuándo se trata de imponer su proyecto personal que se llama, «PRESIDENCIA 2030». Ni hablar, al parecer el nepotismo al por mayor en Morena, seguirá por varios años.

