Eran sus primeros días ante la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), en pocos minutos estaría frente a los trabajadores, tenía preparado su primer mensaje. Claudia Tello sabía que la primera impresión cuenta mucho, por eso en el acto a la bandera dijo lo siguiente: «No vamos a aceptar aviadores en ningún lado en la Secretaría de Educación, tal como dijera nuestra querida gobernadora (Rocío Nahle García), ni uno ni uno solo. Les digo que no se permitirá la corrupción y no hay espacio para los “aviadores”». Apenas atrás de ella, se encontraba la subsecretaria de educación básica, Maritza Ramírez Aguilar, ataviada con una Guayabera con toques muy masculinos.
Por cierto, cuando le preguntaron sobre el tema de los comisionados, Ramírez Aguilar dijo en esa ocasión: «Para detectar posibles “aviadores” entre personal de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), primero se tendrían que revisar las plantillas laborales y, en su caso, proceder de manera administrativa». ¡Vaya cachetes de esta funcionaria! Hoy, gracias a los medios de comunicación se sabe que Claudia Tello ha estado durmiendo con el enemigo, hoy se sabe, que no ha podido reubicar a los comisionados incrustados en la SEV y lo que es peor, ignoraba que se han desviado recursos, supuestamente, mediante una red de aviadores que comanda Ramírez Aguilar.
Aquella funcionaria que creyó que podría ser alcaldesa de San Andrés Tuxtla. Sin embargo, lo que preocupa es el tortuguismo de Claudia Tello para iniciar una investigación que aclare la situación. A ver s i a la Tía, no le queda aquel dicho que dice: Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata.