Si bien es cierto, que es de sabios cambiar de opinión, y también es muy cierto, que hay pensar dos veces para hablar. Al menos el dirigente del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda Salas, tuvo que tragarse sus palabras, ya que por andar de quedabien, con la presidenta Sheinbaum, y seguramente con el hijo del expresidente escondido, este había ofrecido más de un millón y medio de afiliaciones de maestros a Morena.
Sin embargo, seguramente, luego que alguien le dijo que el estatuto del SNTE prohíbe la participación corporativamente con alguna fuerza política, ahora salió a decir que, la membresía al partido guinda, que se promoverá desde el sindicato, será libre y una actividad voluntaria. Para suavizar la cosa, Cepeda Salas salió a decir que «No hay coacción ni hay obligatoriedad que se pueda evidenciar en ningún sentido».
Ya con la cola entre las patas, el líder magisterial señaló que «es muy difícil hablar de que se pueda obligar a los docentes a participar en determinado sentido, pues el 100 por ciento tiene licenciatura y de ellos, 70 por ciento maestría y 30 por ciento doctorado o está cursando ese nivel educativo». Ni hablar, Cepeda Salas tuvo que recular.