»Su asesinato es una muestra más de lo desesperada que está la delincuencia para entrar al municipio de San Juan Evangelista para imponer cuotas y extorsión a comerciantes, ganaderos, transportistas y areneras; ya que este municipio cuenta con un gobierno local y policía municipal que lucha contra esta actividad ilegal.
»Quienes lo hicieron sin duda cobraron sus 20 mil pesos por haber ido a destrozar dos familias solo para sembrar el miedo entre la población del sur de Veracruz; ahora saben que se echaron encima un karma terrible al haber dado muerte a dos personas sin culpa; tarde que temprano serán alcanzados por la justicia. En su descaro, y burla a las autoridades y a las familias, robaron los celulares de las víctimas y manipularon los aparatos para poner, en las redes sociales, estados con amenazas a las personas del sur de Veracruz».